
¿Qué es el olivo?
El Olivo, también conocido con el nombre Olea Europea, es un árbol de tronco marrón, hojas de color verde y copa ancha cuyo fruto, la aceituna, se extrae el aceite de oliva con excelentes propiedades y clave en la dieta mediterránea.
Diferencia entre un olivo y un acebuche
El acebuche es un olivo silvestre Olea Europea Silvestris que se diferencia del olivo en que no produce el fruto de la aceituna. De hecho, si un olivo no recibe los cuidados necesarios deja de producir aceitunas.
Características
El árbol del Olivo se caracteriza por su robustez, durabilidad, ya que pueden alcanzar el milenio de años, y resistencia. Crecen en sitios con un clima templado-cálido donde los veranos son largos y calurosos y los inviernos suaves. Puede llegar a alcanzar los 15 metros de altura. Es un árbol originario de Asia menor y muy extendido en la vertiente mediterránea.
Olivicultura
La Olivicultura consiste en el conocimiento y técnicas aplicadas al cultivo del olivo y su fruto: la aceituna. Estas técnicas vanguardistas buscan la mejora de la producción y la optimización de recursos adaptándose a las necesidades del suelo, riego, poda, injerto o sistema de plantación a aplicar a cada caso concreto dentro de una plantación de olivar.
¿Cuánto tiempo tarda en producir un olivo?
Varía dependiendo de la variedad o tipo de olivo que se plante. Desde la arbequina o koroneiki, dónde pueden verse los primeros frutos desde los 3 años hasta los 9-12 años del resto de variedades.
El olivo más antiguo del mundo tiene 4.000 años y se encuentra en Al-Walaja, una localidad cercana a Belén. En España, el olivo más antiguo se encuentra en Ulldecons (Tarragona) con 1.750 años de antigüedad.
Análisis del Olivo
El análisis del olivo es una práctica fundamental para comprender las necesidades nutricionales y sanitarias del árbol, lo que permite una gestión eficiente y sostenible del cultivo. Este proceso consiste en evaluar diversos aspectos del olivo, como la calidad del suelo, el estado de salud del árbol y el contenido nutricional de las hojas y frutos. Un análisis adecuado puede marcar la diferencia entre una cosecha mediocre y una de alta calidad.
Análisis del suelo del olivo
El primer paso en cualquier análisis del olivo es evaluar las características del suelo. La calidad del suelo influye directamente en la disponibilidad de nutrientes esenciales, como el nitrógeno, fósforo y potasio, que son fundamentales para el desarrollo del olivo. El análisis de suelo proporciona información crucial sobre su pH, textura, capacidad de retención de agua y la presencia de posibles deficiencias o excesos de nutrientes.
Al conocer la fertilidad del suelo, podemos ajustar las prácticas de abonado y elegir el tipo de fertilización más adecuado. Un suelo con un pH desbalanceado o con deficiencias en ciertos nutrientes puede limitar el crecimiento del olivo y la calidad de la aceituna.
Análisis foliar del olivo
El análisis de tejido foliar, es decir, de las hojas del olivo es otra herramienta esencial en la gestión del olivar. Las hojas de los olivos actúan como un espejo de su estado nutricional. A través de este análisis, es posible conocer los niveles de nutrientes disponibles en el árbol en tiempo real. Esto ayuda a identificar carencias o desequilibrios nutricionales antes de que se conviertan en problemas graves. (¿Cómo hacer un abono foliar del olivo?)
Los nutrientes más comúnmente analizados en las hojas son nitrógeno, fósforo, potasio, magnesio y calcio. Con estos datos, podemos diseñar un plan de fertilización más específico y eficiente, adaptado a las necesidades reales del olivo.
Análisis de frutos del olivo
El análisis de las olivas o aceitunas es clave para determinar la calidad de la cosecha, especialmente en lo que respecta a la producción de aceite de oliva. A través de este análisis, podemos evaluar la madurez de los frutos, la cantidad de aceite que contienen y las características organolépticas del aceite, como su acidez y sabor. Además, este análisis puede indicar posibles enfermedades o plagas que afectan los frutos, lo que permite intervenir a tiempo para evitar pérdidas.
Preparación del terreno
La base del éxito en el cultivo del Olivar está en el suelo. Es recomendable realizar un análisis de suelo completo antes de plantar olivos: textura, pH, materia orgánica y niveles de nutrientes esenciales (fósforo, potasio, calcio, magnesio, entre otros). Un suelo bien drenado es clave; El olivo tolera un pH ligeramente alcalino o suelos calizos, pero sin una buena aireación y filtración pueden surgir carencias nutricionales.
Si el terreno presenta capas compactas o mala estructura, conviene hacer un subsolado o desfonde para romper las capas profundas. Luego, hay que devolver la capa fértil encima y nivelar. El olivo prefiere suelos profundos, permeables, bien aireados y con buen drenaje. Añadir enmiendas orgánicas (estiércol, compost, restos vegetales) mejora la materia orgánica y la estructura del suelo, favoreciendo la aireación, la actividad microbiológica y el enraizamiento.
Por último, hay que definir el marco de plantación desde el inicio. La densidad y separación entre árboles dependerá del sistema productivo (tradicional, intensivo, superintensivo), de la mecanización prevista y del manejo futuro (fertilización, riego, recolección, etc).
Abonado del Olivo
El olivo, Olea europaea, es una planta perenne que requiere nutrientes de manera continua, especialmente en las fases de floración y fructificación. Un abonado adecuado asegura que el árbol disponga de los nutrientes esenciales como nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca), magnesio (Mg) y microelementos. Estos elementos son fundamentales para el desarrollo de las raíces, la formación de frutos y la resistencia a plagas y enfermedades.
Sin embargo, la fertilización debe realizarse con precisión para evitar excesos que puedan dañar el suelo y afectar negativamente la calidad de la aceituna o la salud del árbol.
Tipos de abonado en el olivar
Existen dos tipos principales de abonado para el olivo: abonado orgánico y abonado mineral.
- Abono orgánico: El uso de estiércol, compost o restos de poda es una excelente opción para mejorar la estructura del suelo y aumentar su contenido en materia orgánica. Este tipo de abonado es más ecológico, favorece la biodiversidad y promueve la actividad biológica del suelo. Además, tiene un efecto de liberación lenta de nutrientes, lo que reduce el riesgo de lixiviación.
- Abono mineral: Los fertilizantes minerales, como los fertilizantes nitrogenados, fosfatados o potásicos, son esenciales para asegurar un suministro rápido y directo de nutrientes. Sin embargo, su aplicación debe ser controlada para evitar el desequilibrio nutricional y la contaminación de las aguas subterráneas.
Abonado del suelo
El abonado tradicional se enfoca principalmente en proporcionar los macronutrientes más importantes para el olivo: nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). Estos nutrientes son fundamentales para el desarrollo general del árbol:
- Nitrógeno (N): Fomenta el crecimiento vegetativo, siendo especialmente importante en la primavera cuando el olivo comienza a desarrollar nuevas hojas y ramas.
- Fósforo (P): Esencial para el desarrollo radicular y la floración. Un buen sistema de raíces permite una mejor absorción de nutrientes y agua.
- Potasio (K): Ayuda a la formación de frutos y mejora la resistencia del olivo a enfermedades y condiciones adversas, como la sequía.
Además de estos macronutrientes, el olivo también requiere micronutrientes como el magnesio, boro, manganeso y zinc, que son fundamentales para procesos biológicos clave como la fotosíntesis y la polinización.
Abono foliar
El abono foliar se utiliza para corregir deficiencias específicas de nutrientes de manera rápida y eficiente, aplicándose directamente sobre las hojas. Este tipo de fertilización tiene la ventaja de que los nutrientes son absorbidos casi de inmediato, lo que es ideal para situaciones de estrés o cuando el árbol no puede asimilar los nutrientes del suelo debido a factores como la falta de agua o condiciones climáticas adversas.
El abono foliar es especialmente útil para suministrar micronutrientes esenciales como el boro, magnesio y manganeso, que son fundamentales para la floración, la cuajadura de frutos y la salud general del olivo. Además, es recomendable aplicarlo durante los períodos de mayor demanda de nutrientes, como la floración y la fructificación, para evitar cualquier deficiencia que pueda comprometer la calidad de la cosecha. En su aplicación, es importante tener en cuenta la concentración y la frecuencia para evitar daños en las hojas o una absorción excesiva de ciertos nutrientes. (Guía sobre el abono foliar para el olivo)
Marcos de plantación del Olivo
La selección del marco de plantación define en gran medida la productividad, manejo del cultivo, rendimientos y facilidad de los trabajos agrícolas. Los principales marcos de plantación del olivo son:
La plantación secano tradicional del olivar es el sistema más antiguo y más usado antiguamente en España, en el que el número de olivos por hectárea es bajo (100) y su recolección y cuidado son manuales. En las plantaciones tradicionales el marco de plantación general, por ejemplo, son de 8-12 , entre líneas y 6-8 m entre árboles. Ideal cuando predomina la escasez de agua, suelos pobres o terrenos irregulares. Permite al árbol expandirse y acceder a nutrientes en profundidad. Actualmente se están utilizando los sistemas de cultivo intensivo y superintensivo quedando las tradicionales en un segundo plano.
La plantación intensiva del Olivar nace con el objetivo de buscar una mayor rentabilidad y una reducción en la mano de obra con respecto a la plantación tradicional. Es un sistema de cultivo muy utilizado actualmente. El marco de plantación de olivar intensivo generalmente es de 4–6 m entre líneas, 3–5 m entre árboles, pensado para riegos, mecanización parcial y manejo relativamente intensificado. Busca equilibrio entre densidad y manejo sostenible. En el olivar intensivo en secano, la producción por hectárea de aceituna, de media, alcanza los 6.200 kilos mientras que de aceite alcanza los 1.200 kilos/ha. En el olivar intensivo en regadío, la producción de aceituna puede superar los 9.000 kilos/ha y una producción media de aceite de 2.000 kilos/ha.
La Plantación superintensiva del olivar se caracteriza por la colocación del olivo en seto o hileras. El marco de plantación en olivar superintensivo es habitualmente de 2–3 m entre árboles y 5–7 m entre filas, con riego localizado y recolección mecanizada. Muy rentable si se controla el agua y se seleccionan variedades adecuadas. Se trata de un sistema de cultivo en auge en el que el proceso de producción y poda es mecanizado consiguiendo una reducción en el coste de mano de obra y adelantar su producción. La producción en el olivar superintensivo en secano de aceituna, de media, alcanza los 7.500 kilos/ha mientras que de aceite alcanza los 1.350 kilos/ha. En el olivar superintensivo en regadío, la producción de aceituna alcanza unas cifras de 9.250 kilos/ha y una producción media de aceite de 1.600 kilos/ha aproximadamente.
Elegir bien el marco depende de varios factores: disponibilidad de agua, mecanización, terreno, costes, tipo de producción (aceite o mesa), y estrategia a largo plazo.
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Plantación de Olivos
A la hora de realizar la plantación, es fundamental elegir siempre plantones de olivos de calidad, certificados y libres de plagas. Si la planta viene con cepellón, conviene mantener la tierra que rodea las raíces hasta el momento de plantar.
Cuando se realicen los hoyos, deben ser amplios, normalmente 50–60 cm de profundidad y unos 1,5 m de lado si el suelo lo permite, proporcionales al cepellón con el cuello a nivel del suelo y evitando enterrarlo demasiado (puede causar asfixia radicular) o demasiado poco (puede resecarse). Se rellena con tierra mullida, presionamos ligeramente y realizamos un “riego de asiento” para asentar el suelo y eliminar bolsas de aire. En el primer año, hay que cuidar especialmente el riego, manteniendo una humedad adecuada pero sin encharcar.
Elegir el sistema de plantación (tradicional, intensivo o superintensivo) depende de factores como la mecanización, la disponibilidad de agua, destino comercial de la variedad de olivo plantada (aceituna de mesa o aceite). En plantaciones en secano la época de plantación ideal es otoño-invierno, para que arraigue la planta de olivo antes del estrés hídrico que se produce en verano. Si se dispone de un sistema de riego la época de plantación es más flexible y puede ampliarse debido a que la necesidad de agua está cubierta.
Por último, conviene planificar un programa nutricional desde el inicio, basado en analíticas de suelo y foliares. Así se garantiza un desarrollo equilibrado desde el principio cubriendo posibles deficiencias nutricionales que se detecten.
¿Cuándo plantar el olivo?
En España, la época ideal suele ser otoño-invierno. Durante esos meses el suelo mantiene la humedad y las temperaturas suaves favorecen el enraizamiento sin el estrés del calor.
Si la plantación se realiza en secano, ese periodo ayuda a que el árbol consolide raíces antes del verano. En zonas con riego se puede ampliar el calendario, siempre evitando los meses de calor intenso o heladas extremas.
También conviene evitar épocas de lluvia intensa que puedan provocar encharcamientos o compactación del suelo tras la plantación. En resumen: mejor plantar con suelo fresco, húmedo y clima suave.
Riego en el Olivo
El uso más común hoy en día es el riego por goteo o localizado en el Olivo, especialmente en explotaciones intensivas o superintensivas. El riego localizado distribuye el agua directamente a la zona radicular, minimiza pérdidas por evaporación y facilita la fertirrigación, aplicando nutrientes disueltos en el agua para asegurar una nutrición continua y equilibrada sin compactar el suelo.. El riego debe responder al ciclo fenológico del olivo: Riego en momentos críticos como en la floración, cuajado y crecimiento del fruto, y reducirlo en épocas de menor demanda. Es clave evitar encharcamientos ya que pueden favorecer enfermedades de las raíces.
Las necesidades hídricas dependen del clima local, del tipo de suelo, de la densidad de plantación y de la variedad de olivo cultivada.
Actualmente se incorporan sensores de humedad del suelo, conductividad y temperatura para regar optimizando recursos, corrigiendo desequilibrios nutricionales y cubriendo las necesidades hídricas de la planta.
Enfermedades y Plagas del Olivo
La prevención, monitoreo y control integrado es esencial en el cultivo del Olivo.
Entre las enfermedades más comunes en el olivar figuran:
- Repilo del Olivo: Hongos foliares que producen manchas en las hojas y defoliación, reduciendo la fotosíntesis y por tanto la producción. Ocurren especialmente en climas suaves con humedad elevada.
- Verticilosis: Enfermedad vascular que amarilla y marchita las hojas y ramas. No tiene tratamiento por lo que es crucial la prevención.
- Tuberculosis del Olivo: Enfermedad que provoca tumores en hojas y tallos por bacterias que infectan heridas abiertas por heladas o vareo, secando ramas y afectando a la producción.
Entre las plagas más comunes en el olivar se encuentran:
- Barrenillo del Olivo: Insecto que se reproduce dentro de la leña de la poda, debilitando el árbol y provocando la caída de ramas y afectando a la producción.
- Mosca del Olivo: Plaga muy común por el que las larvas se alimentan del fruto de la aceituna lo que provoca el deterioro del fruto y posible pérdida de la cosecha
- Polilla del Olivo: Las larvas se alimentan de hojas, flores y frutos del olivo provocando defoliación, caída de flores y frutos y daño al fruto de la aceituna.
Las prácticas preventivas incluyen un suelo bien aireado y filtrado, fertilización equilibrada, buen drenaje, evitar el riego excesivo o demasiado próximo a la base del tronco, buena aireación de la copa del árbol (poda adecuada) y aplicar tratamientos preventivos con cobre antes de épocas críticas de humedad.
Para su control y manejo integrado deben seguirse buenas prácticas como monitoreo regular, podas de saneamiento, eliminación de restos de poda, manejo del suelo, cubierta vegetal, control de densidad de plantación y usar en su justa medida tratamientos fitosanitarios cuando sea necesario.
Poda del Olivo
La poda del olivo es una tarea agrícola que persigue un aumento en la capacidad productiva del olivo, favorecer su crecimiento y retrasar su envejecimiento.
¿Cuándo podar el Olivo?
La poda del olivo se realiza una vez recolectada la aceituna y dependiendo de si la aceituna recogida es destinada a la producción de aceite, en cuyo caso la poda se realiza entre los meses de Febrero y Abril, o si la recolección está destinada a mesa, donde se realiza entre los meses de Noviembre y Diciembre.
Tipos de Poda del Olivo
Dependiendo de la edad del árbol del olivo podemos distinguir entre:
- Poda de formación: Orientada a definir la estructura del olivo, a formar el árbol para facilitar su crecimiento equilibrado. Este tipo de poda, posibilita la recolección mecanizada. Para ello, viene aparejado del uso del tutor, atado a la altura de la copa. Con este tipo de poda ligera, se facilita la recolección mecanizada.
- Poda de Producción o mantenimiento: Consiste en la eliminación de ramas y aclareo facilitando el paso de la luz del sol al árbol lo que conlleva en una mejora de la producción.
- Poda de Renovación o rejuvenecimiento: Cuando el árbol envejece, de entre una edad de 20 a 40 años, se vuelve menos productivo con lo que la poda de renovación trata de eliminar las ramas más viejas que producen menos hojas dejando espacio a ramas jóvenes.
Restos de poda del olivo
Los restos de hojas y ramas que quedan esparcidas después de la poda del olivo deben triturarse o eliminarse. Un método recomendable es esparcir los restos de poda en la explotación con el fin de servir de cubierta y que el cultivo se beneficie de su materia orgánica aprovechable. En todo momento hay que evitar el uso del fuego en quemas controladas con el riego que conlleva la posibilidad de incendios. En el caso de que se vaya a reutilizar la madera proveniente de la poda, debe almacenarse en lugares herméticamente cerrados, según normativa, tales como:
- Leñeras tabicadas y cerradas
- Zanjas donde la leña quede cubierta con al menos 25 cms de tierra
- Albercas donde la leña quede cubierta por el agua
- Otro método donde la leña quede herméticamente sellada
¿Quién es el principal productor mundial de aceitunas?
España es el primer productor y exportador mundial de aceitunas de mesa con el 62% de la producción en la Unión Europea y el 17% de la producción mundial, siendo Andalucía con el 80% la región más productora, según datos del Ministerio de Agricultura. La variedad de aceituna de mesa más cultivada en España es Hojiblanca, con un 46% de la producción nacional.
¿Quién es el principal productor mundial de aceite de oliva?
España es líder mundial en superficie, producción y exportación de aceite de oliva. España produce a finales de 2025, el 70% del aceite de oliva de la Unión Europea y entre el 40% y 50 % a nivel mundial. España cuenta con una superficie de olivar de 2.830.330 hectáreas. El Olivar de aceituna de almazara destinado para aceite cuenta con 2.489.971 ha (87% del total), el Olivar de aceituna de mesa cuenta con 88.996 ha (3% del total) y Olivar de doble aptitud, tanto de Almazara como de Mesa, dispone de 251.541 ha (10% del total).
Superficie cultivada de olivar en España 2025
Variedades de olivos en España
La elección de la variedad es fundamental ya que debe adaptarse al clima, suelo, ser productiva y resistente a enfermedades. Algunas de las variedades más plantadas son:
Picual
Es la variedad más cultivada en España, especialmente en Andalucía. Su fruto suele ser de buen tamaño, con alto rendimiento graso. Se adapta perfectamente a zonas secas tiene una alta producción. El aceite es muy estable, con buen perfil organoléptico. Picual muestra buen vigor, es resistente al frío, pero menos tolerante a sequías prolongadas en suelos muy calizos.
Es la variedad predominante en Andalucía y otras zonas tradicionales. Alta producción y muy adaptada a zonas secas y calizas.
Arbequina
Perfecta para plantaciones intensivas o superintensivas gracias a su bajo vigor y precocidad, lo que permite ser plantada en altas densidades. De fruto pequeño, su aceite es de excelente calidad con un toque suave y afrutado, aunque menos estable por menor contenido en polifenoles. No tolera bien suelos calcáreos o muy alcalinos, por lo que es necesario comprobar el pH del suelo antes de realizar la plantación.
Hojiblanca
Variedad equilibrada y versátil. De vigor medio, tiene una buena adaptación a distintos suelos y climas, resistente a la sequía y el frío, y suelos calcáreos. Produce una aceituna muy valorada para aceite y aceituna de mesa. Su aceite suele tener un perfil medio equilibrado entre intensidad y suavidad con un toque afrutado.
Cornicabra
De porte medio, muy resistente a la sequía y el frío. Muy cultivada en la zona de Castilla La Mancha, produce un aceite de gran rendimiento y calidad con un toque amargo y picante. Alta producción pero alterna con etapas de vecería.
Alfafara
Tradicional en zonas del levante (Valencia, Alicante), de vigor medio su fruto tiene un tamaño mediano, es tardío en la maduración. Es resistente al frío pero no tanto a la sequía. El aceite de Alfafarenca o Alfafara es de calidad, aunque con bajo rendimiento graso y extracción más difícil. Buena opción cuando el terreno y el clima no permiten variedades más exigentes.
En resumen, La variedad debe elegirse dependiendo del tipo de clima, suelo, disponibilidad de agua, tipo de plantación (secano, regadío, intensivo) y destino (aceite, aceituna de mesa). Esta decisión inicial condicionará la rentabilidad, la duración del olivar, la calidad del aceite y la resistencia a plagas o condiciones adversas.
¿Cuál es la variedad de olivo más plantada en España?
Con más de 1 millón de hectáreas, la variedad Picual es la variedad de olivo más cultivada tanto en España como en el mundo. Jaén es la provincia con mayor superficie de Picual cultivada. El Olivo Picual es una de las variedades recomendadas de olivo para secano. Cornicabra, con cerca de 300.000 hectáreas, se encuentra muy presente en Castilla la Mancha y Hojiblanca, con cerca de 265.000 hectáreas de superficie, tiene su mayor expansión en la provincia de Córdoba.
¿Dónde comprar planta de olivo?
En los Viveros de olivos se dedican a la producción y comercialización de plantones y plantas de olivos certificados, plantones, plantas de olivo en maceta con todas las variedades del mercado adaptadas, con sus características específicas y cada una de ellas adaptadas a diferentes tipos de clima y suelo de cada zona de la península. Las variedades de olivos más comunes y demandadas en España son la Picual, Arbequina, Lecciana, Arroniz, Hojiblanca, Arbosana, Cornicabra, Manzanilla, Gordial, Sultana, Koroneiki, Frantoio, Alfafara, etc.
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Preguntas frecuentes sobre el Cultivo del Olivo (FAQs)
¿Cuándo es el mejor momento para plantar el olivo?
La época ideal para plantar Olivos en España varía según la zona y la disponibilidad de riego o no. En general se recomienda plantar en otoño o invierno en zonas templadas, para aprovechar las lluvias que ayudan al establecimiento del sistema radicular. Si hay riego disponible, se puede prolongar el espacio de tiempo para plantar, siempre evitando el verano o épocas de calor intenso.
¿Qué variedad de planta de olivo elegir para una plantación?
La elección depende del suelo, clima, destino comercial (aceite o mesa), tipo de plantación (secano o regadío, tradicional o intensiva) o densidad deseada. Por ejemplo, Picual para plantaciones en secano y aceite de calidad; Arbequina o Hojiblanca para plantaciones intensivas con excelente calidad de aceite y buen equilibrio entre adaptación y producción.
¿Qué tipo de suelo es el recomendado para plantar olivos?
El olivo se desarrolla mejor en suelos profundos, permeables, textura ligera, bien aireados y con buen drenaje. Acepta suelos pobres o pedregosos, incluso calizos, siempre que no haya encharcamientos ni compactación. Es importante realizar un análisis del suelo para conocer el pH, la textura y los nutrientes disponibles antes de plantar por si hiciera falta corregir carencias u añadir enmiendas orgánicas si procede.
¿Qué plagas y enfermedades afectan habitualmente al Olivo?
Entre las enfermedades y plagas más frecuentes se encuentran enfermedades foliares como el Repilo y plagas como el barrenillo del olivo o la polilla del olivo que afectan a ramas, hojas, frutos o brotes y puede comprometer la salud del árbol y su posterior producción. Una gestión integrada (poda adecuada, monitoreo, tratamiento puntuales, etc.) permiten controlarlas eficazmente y prevenirlos.
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