Saltar al contenido

Fungicidas: Tipos y Aplicación en cultivos agrícolas

Fungicidas para cultivos
Índice de Contenidos

En la Agricultura, mantener las plantas libres de enfermedades es una tarea fundamental. Uno de los métodos más efectivos para lograrlo es el uso de fungicidas, un producto fitosanitario diseñados específicamente para combatir los hongos que atacan los cultivos.

En agricultura profesional, un manejo eficiente de los patógenos fúngicos no solo protege la producción y la calidad de la cosecha, sino que también prolonga la vida útil de las plantaciones, optimiza los recursos hídricos y minimiza las mermas post-cosecha. Es clave integrar la aplicación de fungicidas dentro de un programa de manejo integrado de plagas (MIP) y seleccionar aquellos tratamientos fungicidas que ofrezcan eficacia, seguridad y respeto medioambiental.

En este artículo descubrirá:

* Guía detallada sobre las características, tipos y usos de aplicación en cultivos leñosos y frutales

* Fungicidas más utilizados y la aplicación de cada producto para combatir las enfermedades fúngicas de cada cultivo

* Empresas agrícolas recomendadas para la venta y aplicación de productos fungicidas

Resumen de contenido de la guía sobre la viña en espaldera

¿Qué es un fungicida?

Un fungicida es un producto químico o biológico utilizado para prevenir, controlar o eliminar enfermedades causadas por hongos en plantas y cultivos agrícolas. Los fungicidas pertenecen a la categoría de pesticidas y son esenciales para mantener la salud de las plantas, mejorar su rendimiento y, en última instancia, garantizar una cosecha de calidad. Estos productos se aplican sobre los hongos que afectan tanto a las partes aéreas de las plantas, como a hojas, tallos, flores y raíces. Los fungicidas pueden ser de diferentes composiciones y mecanismos de acción y actúan de diversas maneras; ya sea inhibiendo el crecimiento del hongo, matándolo directamente o impidiendo su propagación.

El uso de fungicidas ha sido una práctica agrícola común durante décadas, especialmente en cultivos sensibles como los cereales, las hortalizas, frutas o cultivos leñosos y árboles frutales. Dado que los hongos pueden proliferar rápidamente y causar daños significativos, el control de enfermedades fúngicas es fundamental para evitar pérdidas económicas sustanciales en la producción.

Al elegir un fungicida, es importante considerar el tipo de enfermedad que se desea controlar, ya que algunos fungicidas son más efectivos en ciertos tipos de hongos y en determinados cultivos.

¿Para qué sirve un fungicida?

El fungicida tiene varias funciones esenciales en la protección de los cultivos, entre las que se incluyen:

Prevención de enfermedades fúngicas

Los fungicidas se utilizan preventivamente para proteger las plantas de posibles infecciones fúngicas como el mildiu, el oídio, la roya, la fusariosis y el tizón, que pueden atacar una amplia variedad de cultivos, especialmente en condiciones climáticas húmedas y cálidas que favorecen el crecimiento de hongos. Esto se hace para crear una barrera protectora que evite que los esporas del hongo germinen y causen daños.

Control de hongos patógenos

Estos productos no solo previenen la infección, sino que también ayudan a controlar los hongos que ya están presentes en las plantas ayudando a detener su proliferación, reduciendo los daños y evitando que la infección se propague a otras áreas lo que puede provocar daños mayores.

Mejora de la salud general de las plantas

Al prevenir infecciones fúngicas, los fungicidas no solo permiten que las plantas crezcan de manera más saludable favoreciendo su crecimiento y desarrollo sino que garantiza una mayor cantidad y calidad en los frutos. Al eliminar los hongos patógenos, las plantas pueden aprovechar mejor los nutrientes del suelo y el agua, lo que se traduce en una mejor producción.

En conclusión, los fungicidas son esenciales para mantener la salud de las plantas, maximizar la producción agrícola y asegurar que los cultivos lleguen en buen estado a los mercados.

Tipos de Fungicidas

Existen diferentes tipos de fungicidas agrícolas, cada uno diseñado para abordar diversas necesidades en función de la naturaleza de la enfermedad y del tipo de cultivo. Los fungicidas se pueden clasificar según su modo de acción, su composición química o la forma de aplicación. A continuación, se detallan los principales tipos de fungicidas:

1. Fungicidas Sistémicos

Los fungicidas sistémicos son absorbidos por las plantas y se distribuyen internamente a través de todo su sistema vascular. Esto les permite proteger todas las partes del cultivo, incluso aquellas que no han sido tratadas directamente, actuando de manera más efectiva contra hongos que ya han penetrado en raíces, tallos y hojas. Son ideales para cultivos que requieren protección continua y enfermedades que afectan tanto la parte aérea como las raíces de la planta.

2. Fungicidas de Contacto

A diferencia de los sistémicos, Los fungicidas de contacto actúan directamente sobre la superficie de la planta, creando una barrera que previene que los hongos se adhieran a ella, matando o inhibiendo el crecimiento de los hongos en el área en la que entran en contacto. Estos fungicidas son eficaces para controlar enfermedades fúngicas superficiales. Sin embargo, no son absorbidos por la planta, lo que significa que su efecto es limitado a las áreas donde se aplican y requieren de  aplicaciones más frecuentes, ya que no tienen acción residual.

3. Fungicidas Biológicos

Los fungicidas biológicos son productos naturales derivados de microorganismos vivos, como bacterias, hongos beneficiosos o extractos vegetales que combaten a los patógenos. Estos fungicidas son una alternativa ecológica a los productos químicos tradicionales y pueden ser eficaces para controlar ciertos tipos de hongos patógenos sin dañar el medio ambiente ni la salud humana. Este tipo de fungicida, de acción más lenta, puede ser muy eficaz a largo plazo.

4. Fungicidas Preventivos

Los fungicidas protectores o preventivos se aplican antes de que la planta se vea afectada por la enfermedad. Actúan creando una barrera protectora sobre la planta, evitando que los hongos se adhieran y germinen. Su principal ventaja es la prevención, aunque no son tan eficaces una vez que la infección ya ha comenzado. Se aplican en cultivos que tienen un historial de problemas fúngicos y deben ser aplicados preventivamente.

5. Fungicidas Curativos

Los fungicidas curativos están diseñados para tratar infecciones fúngicas detectadas que ya se han establecido en las plantas o hay signos de infección. Estos fungicidas están diseñados para actuar sobre los hongos que ya han comenzado a desarrollarse, ayudando a controlar y detener el avance de la enfermedad,  eliminándolos o impidiendo su propagación.

¿Cuáles son los fungicidas más utilizados?

Los fungicidas más utilizados en España varían según el tipo de cultivo, las enfermedades específicas a controlar y las condiciones ambientales. A continuación, se detallan algunos de los fungicidas más comunes empleados en la agricultura española, basados en productos registrados y utilizados de manera habitual en el país:

  1. Azufre
  • Uso: Control de oídio en cultivos como vid, manzano, peral, melocotonero y otros cultivos frutales.
  • Ventajas: Es uno de los fungicidas más antiguos y económicos. Se utiliza principalmente como fungicida de contacto para controlar enfermedades de la superficie de las plantas.
  • Aplicación: Se aplica durante la brotación, antes de que las plantas desarrollen completamente sus hojas, y durante la floración en condiciones de alta humedad.

2. Cobre (oxicloruro de cobre, hidróxido de cobre)

  • Uso: Utilizado para controlar repilo en olivo, moteado en manzanos, mildiu en viñedos y otras enfermedades en diferentes cultivos.
  • Ventajas: Es un fungicida de contacto, con un amplio espectro de acción contra una gran variedad de hongos patógenos. Es también ampliamente utilizado en la agricultura ecológica.
  • Aplicación: Se aplica generalmente en condiciones preventivas antes de la floración o en los primeros estadios del desarrollo del hongo, especialmente cuando se prevén lluvias.

3. Tebuconazol

  • Uso: Fungicida sistémico utilizado para controlar mildiu, oídio y antracnosis en cultivos de vid, olivo y frutales.
  • Ventajas: Al ser un fungicida sistémico, el tebuconazol es absorbido por las plantas, proporcionando protección a las partes internas del cultivo. Su acción curativa es eficaz contra la mayoría de los patógenos que afectan a las plantas.
  • Aplicación: Se aplica principalmente en fases tempranas de la temporada de crecimiento y en condiciones de humedad alta para prevenir la propagación de enfermedades fúngicas.

4. Difenoconazol

  • Uso: Fungicida sistémico de la clase de los triazoles utilizado en cultivos de vid, manzanos, perales y otros frutales para controlar mildiu y oídio.
  • Ventajas: Es un fungicida con una amplia actividad, tanto preventiva como curativa, contra los principales hongos que afectan a los cultivos mencionados.
  • Aplicación: Su aplicación se realiza a partir del brote de las yemas y durante el crecimiento activo de la planta, generalmente cada 10-14 días, dependiendo de la presión de la enfermedad.

5. Mancozeb

  • Uso: Fungicida de contacto que se utiliza en cultivos como patata, tomate, viñedo y frutales para controlar mildiu, mancha negra, moteado y otras enfermedades.
  • Ventajas: Es eficaz contra una gran variedad de hongos patógenos y se utiliza principalmente en programas de control preventivo. También es muy eficaz bajo condiciones de lluvia.
  • Aplicación: Se utiliza durante todo el ciclo del cultivo, aplicándolo especialmente cuando las lluvias favorecen la dispersión de esporas del hongo.

6. Boscalida (Delan)

  • Uso: Fungicida utilizado en el control de mildiu y botritis en cultivos de vid y otros frutales.
  • Ventajas: Es eficaz en la protección preventiva contra el mildiu y otras enfermedades, con una acción prolongada en condiciones de alta humedad.
  • Aplicación: Se aplica durante la floración y el cuajado de los frutos para evitar la propagación de los hongos.

7. Piraclostrobin (Headline)

  • Uso: Fungicida de la familia de las estrobilurinas, utilizado para controlar enfermedades como botritis, oídio y mildiu en cultivos de vid, olivo y frutales.
  • Ventajas: Tiene una acción preventiva muy eficaz y se utiliza principalmente para frenar el desarrollo temprano de las enfermedades fúngicas.
  • Aplicación: Se aplica durante las primeras fases de crecimiento o durante las lluvias para evitar que las esporas se dispersen y afecten a la planta.

8. Fluazinam

  • Uso: Fungicida utilizado en cultivos como patatas y hortalizas para controlar enfermedades como mildiu y raíz negra.
  • Ventajas: Actúa como un fungicida de contacto y tiene una acción rápida en condiciones de alta humedad.
  • Aplicación: Se utiliza al inicio de las lluvias para evitar la infección en etapas tempranas.

9. Metiram

  • Uso: Fungicida utilizado en el control de mildiu y otras enfermedades fúngicas en cultivos de vid y tomate.
  • Ventajas: Ofrece protección preventiva y curativa, y es eficaz contra una gran variedad de hongos patógenos.
  • Aplicación: Se utiliza durante las fases de crecimiento activo del cultivo, especialmente después de las lluvias.
  1. Fungicidas en Agricultura Ecológica

Aceite de Neem

Uso: Fungicida natural que se utiliza para controlar enfermedades fúngicas como oídio, mildiu y otros patógenos. Es muy eficaz en cultivos ecológicos debido a su bajo impacto ambiental.

Aplicación: Se diluye en agua y se aplica sobre las hojas y brotes jóvenes de las plantas afectadas.

Bicarbonato Sódico

Uso: Es eficaz contra el oídio, especialmente en cultivos de pepitas y frutales. Funciona como un fungicida de contacto que actúa sobre la superficie de las plantas.

Aplicación: Se disuelve en agua y se pulveriza sobre las plantas afectadas.

Purín de Ortigas

Uso: El purín de ortigas es un excelente fungicida y repelente natural, utilizado para combatir oídio, mildiu y otras enfermedades fúngicas. Además, es conocido por sus propiedades nutricionales, ya que es rico en minerales y nitrógeno.

Aplicación: Se prepara macerando ortigas frescas en agua durante 7-10 días, luego se filtra y se aplica como fertilizante y fungicida. También ayuda a fortalecer el sistema inmunológico de las plantas y aumenta su resistencia a enfermedades.

Cola de Caballo

Uso: El purín de cola de caballo es muy eficaz contra diversas enfermedades fúngicas, especialmente aquellas causadas por hongos de suelo como Phytophthora y Pythium, y es conocido por su alto contenido de silicio, lo que fortalece las paredes celulares de las plantas y mejora su resistencia a los patógenos.

Aplicación: Se prepara dejando macerar cola de caballo en agua durante unos 7-10 días. Posteriormente, se filtra y se utiliza como fungicida y fortalecedor de las plantas. Se puede aplicar tanto en el suelo como sobre las hojas para mejorar la resistencia de la planta contra el ataque de hongos.

Directorio de Empresas de Agricultura
Directorio de Empresas + Artículos + Revista digital Agricultura en Plantaciones Agricolas

¿Cuándo es mejor aplicar el fungicida?

La aplicación de fungicidas debe realizarse en momentos específicos para garantizar su eficacia en el control de enfermedades fúngicas. La mejor hora para aplicar un fungicida depende del tipo de cultivo, el tipo de enfermedad y las condiciones climáticas. Aquí te detallo los factores a considerar para determinar el momento adecuado para aplicar el fungicida:

1. Según la Fase Fenológica del Cultivo

Cada cultivo tiene etapas específicas en las que es más susceptible a ciertos patógenos. La mejor aplicación del fungicida se debe hacer durante las etapas más vulnerables:

  • Pre-brotación: Durante esta fase, las plantas están en su fase de descanso o preparación para el crecimiento. Algunos fungicidas de contacto o preventivos, como el azufre para oídio, son efectivos en esta fase.
  • Floración: Es una fase crítica, ya que muchas enfermedades fúngicas como monilia o botritis atacan los brotes y flores. Los fungicidas sistémicos o de contacto, como el tebuconazol o el cobre, son más efectivos en este momento.
  • Desarrollo de frutos: Durante esta etapa, los hongos que afectan los frutos, como mildiu, moteado o botritis, son una amenaza importante. Los fungicidas deben aplicarse preventivamente en esta fase.
  • Post-cosecha: Aplicar fungicidas después de la cosecha puede ser necesario para controlar patógenos que se desarrollan en las heridas de poda o por la manipulación de los frutos.

2. Según el Clima y las Condiciones Ambientales

El clima juega un papel fundamental en la aplicación de fungicidas:

  • Humedad alta y lluvias: Los hongos suelen prosperar en condiciones de alta humedad o cuando hay lluvias continuas. En estos casos, fungicidas preventivos como el cobre y el azufre deben aplicarse antes de las lluvias para prevenir la dispersión de esporas. Después de las lluvias, si las condiciones siguen siendo favorables para los hongos, se recomienda volver a aplicar el tratamiento.
  • Temperaturas cálidas: Las temperaturas cálidas (superiores a 15°C) favorecen la aparición de oídio y otros hongos. En estos casos, el azufre y otros fungicidas sistémicos deben aplicarse durante la primavera y verano, cuando las plantas están más expuestas a los patógenos.
  • Condiciones secas: Aunque las condiciones secas limitan el desarrollo de enfermedades fúngicas, algunas como el oídio pueden prosperar. En climas secos, las aplicaciones deben ser más frecuentes, pero más controladas, para evitar la fitotoxicidad.

3. Según el Tipo de Fungicida

  • Fungicidas de contacto: Los fungicidas de contacto actúan sobre la superficie de las plantas y se utilizan principalmente como preventivos. Estos deben aplicarse antes de que el patógeno llegue a la planta, durante las etapas pre-floración o principios de crecimiento. Ejemplos incluyen el azufre y el cobre.
  • Fungicidas sistémicos: Los fungicidas sistémicos se absorben por las plantas y se distribuyen a través de ellas. Estos productos no solo protegen la superficie de la planta, sino que también ofrecen protección interna. Los fungicidas sistémicos como tebuconazol, difenoconazol o piraclostrobin se aplican en fases de crecimiento activo, como la floración y el desarrollo de frutos, cuando las plantas son más vulnerables.

4. En Respuesta a los Síntomas

  • Cuando se observan primeros síntomas: Algunos fungicidas pueden aplicarse cuando aparecen los primeros síntomas de la enfermedad (manchas, marchitez, etc.). Esto es más común con fungicidas curativos o curativos-preventivos. Por ejemplo, en el caso del oídio, si ya se observan manchas blancas en las hojas, se pueden aplicar fungicidas sistémicos de acción curativa.
  • Aplicación preventiva: La mejor estrategia para muchas enfermedades fúngicas es aplicar fungicidas de forma preventiva, es decir, antes de que se detecten los primeros síntomas, especialmente cuando las condiciones ambientales son favorables para el desarrollo del hongo.

5. Según la Frecuencia de Aplicación

  • Intervalos de aplicación: La frecuencia de aplicación dependerá de la persistencia del fungicida y de la intensidad de la enfermedad. Algunos fungicidas requieren aplicaciones cada 7-10 días durante condiciones de alta presión de patógenos (por ejemplo, durante lluvias continuas), mientras que otros se aplican solo una vez por temporada o después de la floración.

Mejor Momento para Aplicar Fungicidas

En general, los mejores momentos para aplicar un fungicida son:

  1. Por la mañana temprano o al atardecer: En estas horas, la temperatura es más baja, lo que reduce el riesgo de evaporación rápida del producto y permite una mayor absorción y adherencia al follaje. Evitar aplicar durante el calor del mediodía, cuando el producto puede evaporarse rápidamente.
  2. Evitar aplicar fungicidas en días muy ventosos: Para evitar la deriva y que el fungicida no llegue a su objetivo, es mejor aplicar en condiciones de viento suave.
  3. Antes de una lluvia o después de la lluvia: Si las condiciones son favorables para la propagación de la enfermedad (por ejemplo, lluvia en el caso de mildiu o repilo), es crucial aplicar fungicidas antes de la lluvia. Si ya ha llovido, algunas aplicaciones pueden necesitar ser repetidas para garantizar la eficacia.

Fungicidas para Enfermedades en Cultivos

A continuación, se detalla cuándo aplicar los fungicidas en cultivos como vid, olivo, almendro, pistacho y árboles frutales, basándonos en los síntomas comunes de las enfermedades y el mejor momento para la aplicación de los productos. La correcta aplicación de fungicidas es clave para proteger las cosechas y asegurar su calidad.

Vid

Enfermedades comunes:

1. Oídio (Erysiphe necator)

Síntomas: Manchas blancas en hojas y racimos, que pueden convertirse en un polvo blanco. En condiciones graves, puede afectar la calidad de la uva y reducir la cosecha.y su producción.

Mejor momento: Durante la floración y pre-brotación. La infección suele comenzar cuando las temperaturas nocturnas superan los 10 °C y la humedad es elevada.

Aplicación: Usar fungicidas como Azufre o Quinoxyfen preventivamente, especialmente durante las primeras etapas de crecimiento (brotes y racimos).

2. Mildiu (Plasmopara viticola)

Síntomas: Manchas de color amarillo en las hojas, que luego se vuelven marrones, seguidas de la necrosis. En los racimos, el hongo provoca podredumbre.

Mejor momento: Después de las lluvias, especialmente en primavera y principios de verano, cuando la humedad relativa es alta y la temperatura superior a 10°C.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Oxathiapiprolina o Fosetil-Al cada 7-10 días en períodos lluviosos, y especialmente en la fase de floración.

3. Botritis (Botrytis cinerea)

Síntomas: Podredumbre gris en racimos y uvas, especialmente en condiciones de humedad elevada. En condiciones de alta humedad, el hongo puede afectar gravemente la calidad de la cosecha.

Mejor momento: En el cierre de racimo y durante el envero (cuando los frutos comienzan a madurar).

Aplicación: Utilizar fungicidas como Fenhexamida o Pyriofenone durante el cierre de racimo y envero, cada 10-15 días si la humedad es alta.

Olivo

Enfermedades comunes:

1. Repilo (Fusicladium oleagineum)

Síntomas: Manchas de color amarillo en las hojas, seguidas de necrosis. Provoca una defoliación temprana, afectando la fotosíntesis.

Mejor momento: Durante la primavera y otoño, especialmente después de lluvias intensas.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Cobre oxicloruro o Propiconazol en la floración y después de las lluvias, con una frecuencia de cada 10-14 días para asegurar su efectividad.

2. Antracnosis (Colletotrichum spp.)

Síntomas: Manchas necróticas en los frutos y las ramas. La infección puede ser grave durante la maduración de las aceitunas.

Mejor momento: Antes del envero, cuando las lluvias de verano favorecen la propagación del hongo.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Azoxistrobin o Aceite vegetal para proteger los frutos durante la fase de formación.

3. Verticilosis (Verticillium dahliae)

Síntomas: Marchitez unilateral de ramas, especialmente durante la primavera y el otoño. El árbol muestra una pérdida de vigor y las hojas se vuelven amarillas.

Mejor momento: No existen fungicidas curativos. La prevención se basa en prácticas como la poda adecuada, el drenaje del suelo y la eliminación de material infectado.

Aplicación: Se recomienda la aplicación del biofungicida Trichoderma harzianum para la protección de las raíces, en áreas afectadas.

Almendro

Enfermedades comunes:

1. Monilia (Monilinia spp.)

Síntomas: Marchitez de flores, frutos momificados y un moho gris que afecta principalmente en las flores y frutos.

Mejor momento: Durante la floración y justo después de la caída de los pétalos.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Difenoconazol o Fluxapyroxad en las primeras etapas de la floración, cuando los pétalos comienzan a caer evitando que el hongo se propague a los frutos.

2. Cribado (Stigmina carpophila)

Síntomas: Pequeñas perforaciones circulares en las hojas, que afectan la fotosíntesis y debilitan el árbol. Esta enfermedad puede reducir la calidad de la cosecha.

Mejor momento: Primavera, cuando la humedad relativa es alta y las temperaturas son moderadas.

Aplicación: Aplicar fungicidas a base de cobre como Cobre tribásico al inicio de la brotación, de forma preventiva. cada 15-20 días.

3. Mancha ocre (Polystigma ochraceum)

Síntomas: Manchas anaranjadas en las hojas, seguidas de su caída prematura.

Mejor momento: Post-cosecha, en el otoño, cuando las hojas empiezan a caer y el hongo libera esporas.

Aplicación: Realizar tratamientos preventivos con Cobre durante el otoño, después de la cosecha, para reducir el inóculo de la enfermedad.

Pistacho

Enfermedades comunes:

1. Alternaria (Alternaria alternata)

Síntomas: Lesiones necróticas en hojas y frutos jóvenes, que pueden causar caída prematura de las hojas.

Mejor momento: Prefloración y cuajado del fruto, especialmente cuando las lluvias son frecuentes y favorecen la propagación de la enfermedad.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Benzovindiflupyr antes de la apertura de las yemas y durante el cuajado del fruto con una frecuencia de 10-14 días.

2. Septoriosis (Septoria pistaciarum)

Síntomas: Manchas marrones en las hojas, con bordes oscuros. En condiciones graves, puede afectar la calidad de los frutos del pistachero.

 Mejor momento: Primavera y verano, cuando las lluvias y la humedad favorecen la dispersión del hongo.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Fludioxonil y Ciprodinil durante las lluvias y las fases de crecimiento activo.

3. Botriosfera (Botryosphaeria dothidea)

Síntomas: Cáncer en ramas y troncos, especialmente en los puntos de poda. Deja cicatrices y puede afectar la producción de frutos.

Mejor momento: Post-cosecha, especialmente cuando se realizan podas o heridas en los árboles durante la cosecha.

Aplicación: Utilizar Protioconazol para sellar las heridas de poda y prevenir la infección por el hongo.

Árboles Frutales (manzano, peral, melocotonero, cerezo)

Enfermedades comunes:

1. Oídio (Podosphaera leucotricha, Sphaerotheca pannosa)

Síntomas: Polvo blanco en hojas y brotes jóvenes, que reduce la fotosíntesis. Si la infección es grave, puede reducir la producción de frutos y debilitar el árbol.

Mejor momento: Durante el inicio de la brotación, cuando las temperaturas son frescas y aún no hay brotes completamente desarrollados.

Aplicación: Aplicar fungicidas a base de Azufre o Meptyldinocap, cada 10-14 días, dependiendo de la humedad y la temperatura.

2. Moteado (Venturia inaequalis en manzano y Venturia pirina en peral)

Síntomas: Manchas negras en las hojas, que se agrandan y provocan la caída prematura de las hojas, debilitando el árbol.

Mejor momento: Flora y post-floración, cuando las lluvias de primavera favorecen la dispersión de esporas.

Aplicación: Aplicar tratamientos fungicidas como Mancozeb o Difenoconazol durante la floración y después de la caída de los pétalos, especialmente cuando se prevén lluvias.

3. Monilia (Monilinia laxa y M. fructicola)

Síntomas: Marchitez de flores y frutos, con podredumbre gris y la aparición de esporas marrones.

Mejor momento: Durante la plena floración y después de la caída de los pétalos.

Aplicación: Aplicar fungicidas como Boscalida y Piraclostrobin en las fases tempranas de la floración y poco después de la caída de los pétalos para evitar que el hongo se propague.

Resumen de Aplicación de Fungicidas

CultivoEnfermedadMejor Momento para AplicarProducto Recomendado
VidOídioFloración y pre-brotaciónQuinoxyfen, Azufre
MildiuDespués de lluvias primaveralesOxathiapiprolina, Fosetil-Al
BotritisCierre de racimo y enveroFenhexamida, Pyriofenone
OlivoRepiloOtoño y primaveraCobre oxicloruro, Propiconazol
AntracnosisAntes del enveroAzoxistrobin
VerticilosisManejo culturalTrichoderma harzianum
AlmendroMoniliaFloración y post-caída de pétalosDifenoconazol, Fluxapyroxad
CribadoPrimaveraCobre tribásico
Mancha ocrePost-cosechaCobre oxicloruro
PistachoAlternariaPrefloración, cuajado del frutoBenzovindiflupyr
SeptoriosisPrimavera-veranoFludioxonil, Ciprodinil
BotriosferaPost-cosechaProtioconazol
Árboles FrutalesOídioInicio de broteAzufre, Meptyldinocap
MoteadoFloración-post-floraciónMancozeb, Difenoconazol
MoniliaPlena floraciónBoscalida, Piraclostrobin

Preguntas frecuentes sobre el uso de fungicidas (FAQs)

¿Cómo prevenir la aparición de enfermedades fúngicas en los cultivos?

La prevención de enfermedades fúngicas se logra mediante la correcta aplicación de fungicidas preventivos, la rotación de cultivos, y la eliminación de residuos vegetales infectados.

¿Son los fungicidas seguros para el medio ambiente?

Sí, muchos fungicidas biológicos y ecológicos han sido diseñados para ser menos dañinos para el medio ambiente. No obstante, siempre es importante seguir las recomendaciones de uso y aplicar los fungicidas de manera responsable.

¿Cuánto tiempo dura el efecto de un fungicida?

El efecto de un fungicida varía dependiendo de su tipo. Los fungicidas de contacto suelen durar menos tiempo y requieren aplicaciones más frecuentes, mientras que los sistémicos pueden tener un efecto más prolongado.

¿Puedo usar fungicidas en cultivos orgánicos?

Existen fungicidas biológicos y naturales que son aptos para la agricultura orgánica. Estos productos están certificados para su uso en cultivos orgánicos y están basados en ingredientes naturales o biodegradables. Es importante verificar que el producto esté certificado para su uso en cultivos orgánicos.

¿Los fungicidas afectan la salud humana?

Si se usan de manera adecuada y siguiendo las instrucciones de seguridad, los fungicidas no deberían representar un riesgo para la salud humana. Sin embargo, siempre es recomendable usar equipo de protección, como guantes y mascarillas, durante la aplicación.

🥇 Empresas Agrícolas de Fungicidas recomendadas

👨‍🌾 Empresas de venta y aplicación de Fungicidas

🌿 Empresas de Venta de Biofungicidas y fungicidas naturales

🔬Laboratorios de análisis de cultivos y abonos

Empresas de Venta de tutores, protectores y accesorios para plantaciones de árboles frutales

Configurar